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Creer en Jesús hoy

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#maronitas

Simeón el Nuevo Teólogo (c.949-1022)

monje griego, santo de las iglesias ortodoxas

Catequesis, III, 19


Muchas personas no dejan de decir, yo mismo las he oído, "si hubiésemos vivido en los días de los apóstoles, y hubiéramos sido tenidos por dignos de contemplar a Cristo como ellos, habríamos sido santos como ellos". Tales personas no se dan cuenta de que el Cristo que habló entonces y el Cristo que habla ahora en todo el mundo son uno y el mismo. La posición ahora no es la misma que la de entonces, pero nuestra situación ahora, en el presente, es mucho mejor. Nos lleva más fácilmente a una fe y una convicción más profundas de lo que lo hubiera hecho verlo y escucharlo en la carne.


Entonces se apareció a los incomprensivos como un hombre de condición humilde: ahora se nos proclama como Dios verdadero. Entonces en su persona se asoció con recaudadores de impuestos y pecadores y comió con ellos: ahora está sentado a la diestra de Dios Padre, y nunca se separa de él de ninguna manera. Entonces incluso los de condición más humilde lo retuvieron en desprecio. Dijeron: “¿No es éste el hijo de María y de José el carpintero?” (Mc 6,3; Jn 6,42) Ahora reyes y gobernantes lo adoran como Hijo del Dios verdadero, y él mismo Dios verdadero. Entonces se le tenía por mortal y corruptible como el resto de la humanidad. No era diferente en apariencia de otros hombres. El Dios sin forma e invisible, sin cambio ni alteración, asumió una forma humana y se mostró como un ser humano normal. Comió, bebió, durmió, sudó y se cansó. Hizo todo lo que hacen los demás, excepto que no pecó.

Que alguien lo reconociera en aquel cuerpo humano, y creyera que él era el Dios que hizo el cielo y la tierra y todo lo que hay en ellos, era muy excepcional. Es cierto, pues, que cualquiera que ahora oye a Cristo clamar diariamente a través del santos evangelios y proclama la voluntad de su bendito Padre, pero no le obedece con temor y temblor y no guarda sus mandamientos: es cierto que tal persona se habría negado a creer en él entonces.

 
 
 

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