San Juan Crisóstomo (c.345-407)
sacerdote en Antioquía luego obispo de Constantinopla, Doctor de la Iglesia
Catequesis bautismal
¿Te gustaría saber qué poder se esconde en la sangre de Cristo? Ved de dónde comienza su efusión y dónde tiene su manantial: desciende de la cruz y del costado del Señor. Mientras Jesús, ya muerto, todavía colgado en la cruz, dice el Evangelio, el soldado se acercó, “le clavó la lanza en el costado y brotó sangre y agua” (Jn 19,34). Esa agua era el símbolo del bautismo y la sangre la de los misterios eucarísticos. Era el soldado, pues, quien le abría el costado; traspasó las defensas del santo templo; y yo, encontré este tesoro e hice de él mi riqueza.
“Y de su costado brotó sangre y agua”. No dejéis pasar este misterio sin pensar. Como dije, esta agua y esta sangre eran símbolos del bautismo y de los misterios eucarísticos. Ahora bien, la Iglesia nació de esos dos sacramentos: por el baño de renacimiento y renovación en el Espíritu -en otras palabras, el bautismo- y por los misterios. Pero las señales externas del bautismo y los misterios salieron de su costado. Por eso Cristo formó la Iglesia de su costado como formó a Eva del costado de Adán (Gen 2,22).
Por eso Pablo dice, refiriéndose al costado del Señor: “Somos de su carne y de sus huesos” (cf. Hch 17,29; Gn 2,23). En efecto, así como el Señor tomó carne del costado de Adán para formar a la mujer, así Cristo nos dio sangre y agua de su costado para formar la Iglesia. Y así como en otro tiempo tomó carne del costado de Adán mientras dormía fuera de sí mismo, así ahora nos da la sangre y el agua después de su muerte, pues de ahora en adelante la muerte no es más que un sueño. ¿Has visto cómo Cristo se ha desposado con su novia? ¿Has visto qué comida nos da a todos? Es del mismo alimento que nacemos y nos alimentamos. Así como la mujer concibe hijos de su propia sangre y los alimenta con su leche, así Cristo alimenta continuamente a los que ha concebido con su Cuerpo y su Sangre.
Comments