El texto original fue publicado en MECC el 6 abril de 2021. Traducción y publicación por maronitas.org con la autorización expresa y petición de The Middle East Council of Churches
Ocho meses después de la catástrofe portuaria, muchos libaneses que perdieron a su familia, sus casas o sus negocios siguen esperando los resultados de la investigación sobre las causas de la explosión (MEE/Chloe Domat)
La explosión del 4 de agosto en Beirut: Asistencia condicionada
Actualmente, Francia y Alemania lideran los esfuerzos para reparar los daños causados por la explosión del puerto. Francia está aportando €500,000 euros para restaurar los vitrales y el histórico primer piso del Museo Sursock de Beirut.
Por su parte, Alemania tiene previsto presentar una propuesta en la que detallará sus posibles esfuerzos de reconstrucción. Sin embargo, la ayuda alemana tendrá un precio que los políticos libaneses no pueden pagar: la formación de un gobierno con un claro programa anticorrupción. El Líbano también tendría que cumplir las directrices de contratación del EIB (European Bank) y las normas medioambientales y sociales.
Es de esperar que el bloqueo político termine en el Líbano y que los políticos formen finalmenteun gobierno. Por desgracia, dada la complejidad de la situación, es más fácil decirlo que hacerlo.
Los silos deben desaparecer
Según un informe publicado por la empresa suiza Amann Engineering, los elevadores de grano dañados por la explosión tendrán que ser destruidos porque corren el riesgo de derrumbarse. Este informe se traduce en una cosa: costes adicionales de reconstrucción. Pero por su situación, el Líbano no tiene dinero para pagarlos; tendrá que esperar a la ayuda extranjera, de Alemania por ejemplo. Communication and Public Relations Department
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