Durante la homilía de hoy domingo 13 de marzo de 2022 en que se lee el pasaje dude la curación de la Hemorroísa.
La curación del Hemorroísa, garantía de nuestra sanación
El patriarca se refirió a la mujer hemorroísa con estas bellas palabras: «La mujer que sangra representa a cada ser humano que sangra de sufrimiento en su cuerpo, alma, espíritus o moral. Cada sociedad que sangra en su civilización, tradiciones y valores está representada en ella, y también cada país que sangra en la soberanía, identidad, economía, seguridad y dignidad. Su curación es una garantía para la curación de todos nosotros, y la curación de nuestra comunidad y nación».
Explicó como tocó al Señor Jesús: «La mujer fue corriendo por detrás de Jesús y entre la multitud perdonadora, tocó la punta de su vestimenta y fue curada, porque la vieja ley consideraba la sangre de la mujer impura, y le impedía tocar nada por ser impura (ver Levítico 15, 25-27)».
Sobre la pureza de intención añadió: «Su fe tocó la orla de la vestimenta de Jesús con la intención de ser curada. La pureza de intención es esencial en la oración y en toda buena acción, porque define el propósito, el fin y la descripción de la obra, y da valor y significado a cada oración y acción. Es la expresión del corazón y el pensamiento, y de la voluntad interior».
Señalo la importancia de no sobre poner la ley sobre el hombre, pues la ley está al servicio de cada ser humano para acercarlo al Señor: «La mujer hemorroísa no violó la ley al tocar la vestimenta de Jesús, sino que vino por fe al Dios de la ley porque es más fuerte que la letra que mata. La ley es para el hombre, no el hombre es para la ley. Así que Jesús quería que esto se revelara a todas las generaciones».
No a la manipulación de los programas escolares
El patriarca maronita, el cardenal Bechara Pedro Rai, espera que «la decisión del Consejo de Estado en el caso del Centro de Investigación y Desarrollo Pedagógico (CRDP), que depende del Ministerio de Educación, no abra el camino a un nuevo tira y afloja por la presidencia» de esta institución, «que allanaría el camino a la manipulación de nuestros programas libaneses».
El Patriarca Rai se refiere a la decisión tomada el jueves por el Consejo de Estado de anular la decisión del ex ministro Tarek Majzoub que había destituido a Nada Oueyjane, entonces presidente de la CRDP, el 10 de agosto de 2020. Este último, tras la doble explosión en el puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020, había subrayado que el país no estaba en condiciones de reanudar la enseñanza para el curso escolar 2020-2021.
También hizo hincapié en la falta de una estrategia nacional para la educación en línea. Estas declaraciones llevaron al Sr. Majzoub a despedirla, sin siquiera advertirla. La Sra. Oueyjane presentó entonces una denuncia contra el Estado libanés y el Ministerio de Educación.
El cardenal Rai afirmó además que «es necesario mantener la educación libre de agendas políticas y permitir que los especialistas desarrollen programas adecuados al desarrollo observado a escala mundial».
También subrayó que «el Gobierno sólo puede encontrar una salida a la caótica situación actual poniendo en marcha un mínimo de medidas a nivel del sistema financiero y controlando los ingresos aeroportuarios y evitando el contrabando».
En nombre de la Neutralidad que regresen los refugiados sirios a su país
Concluyó pidiendo «en nombre de la neutralidad el regreso de los refugiados sirios a su país para preservar su riqueza, su cultura, su dignidad y seguir escribiendo su historia.
Su regreso está vinculado a una decisión política libanesa, árabe e internacional, y su número ha superado el millón y medio, es decir, el 35% de la población del Líbano. La ausencia de esta decisión es como una conspiración sobre la unidad, la identidad y la seguridad del Líbano. Resolver su caso requiere atención urgente, especialmente cuando estalla una guerra en Ucrania y surgen nuevas oleadas de migración en Europa y el mundo.
Elevamos nuestras oraciones a Dios, fuente de toda paz y fraternidad de la humanidad, para sembrar paz en los corazones, y los gobernantes de los países se den cuenta de que su tarea primordial es establecer la paz interior y externa. “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5, 9). Paz en la tierra y Gloria a la Santísima Trinidad Padre y Hijo y Espíritu Santo, ahora y por siempre. Amín.
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