Por: Myriam Al Zinati de maronitas.org
Hoy la Iglesia celebra la memoria de la última Misa de san Chárbel antes de su muerte, Misa que no terminó hasta este momento, porque hasta el día de hoy no dejó nuestro mundo sin la oración, y hasta ahora sigue derramando su gracia sobre nosotros.
En memoria de este santo sacrificio, oramos para que el Médico del Cielo nos lleve como ofrenda sobre el altar de Dios, y ponga nuestros sufrimientos y dolores en Sus manos, para que podamos recibir sanidad a través de Él.
Oramos para que nuestros hogares se transformen en iglesias que merezcan la entrada de un santo que nunca nos dejó, un santo que está presente entre nosotros, que nos escucha y lleva nuestras oraciones al cielo.
Oramos para que la oración sea nuestro sacrificio diario a través del cual apelamos a nuestro santo libanés, para pedir su intercesión en cada momento de nuestras vidas.
En memoria del último sacrificio de San Chárbel, cantamos salmos de alegría. Después de esta Misa, en la Nochebuena, Chárbel fue elevado al trono de los cielos, y se convirtió en un santo cuya única preocupación es derramar bendiciones en todo el mundo.
En este aniversario, volvemos a lo más profundo, y reflexionamos sobre la importancia de participar del sacrificio de Dios, para que podamos participar de Su cuerpo y recibir Su bendición. ¿Cuándo fue la última vez que recibimos el Sacramento de la Penitencia? ¿Están nuestros corazones preparados para recibir a Cristo en su fiesta?
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