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La Eparquía Maronita de México proyecta una visita a las diferentes diócesis de México con las reliquias de San Chárbel
El obispo maronita de México, Mons. Georges Saad Abi-Younes ha lanzado el proyecto "Bendiciendo y consolando nuestra Patria" para el 2027-2028 dentro de la iniciativa que lanzó el Episcopado Mexicano para promover la paz y la justicia en México en el pasado mes de junio a raíz de la muerte violenta que sufrieron dos sacerdotes jesuitas en la Sierra Tarahumara y la avalancha de violencia que vive el país.
El proyecto "Bendiciendo y consolando nuestra Patria" consiste en recorrer el país con las reliquias de san Chárbel visitando las diversas diócesis del territorio mexicano en comunión y con la aprobación del obispo de cada lugar.
El obispo ha constituido un comité organizador del proyecto "Bendiciendo y consolando nuestra Patria" y ha nombrado al padre Jonathan Ángeles Valencia, párroco de Nuestra Señora del Líbano en Puebla, como responsable del proyecto y al padre Ulises Mbarak Ramírez, párroco de San Chárbel en Saltillo, como consultor del proyecto.
El viernes 11 de noviembre de 2022, durante la CVIII Asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el padre Jonathan Ángeles Valencia presentó a los obispos mexicanos el proyecto.
La propuesta del proyecto "Bendiciendo y consolando nuestra Patria" se encuadra en dos fechas importantes en la historia de la vida de san Chárbel: el 200 Aniversario de su nacimiento (1828-2028) y en el 50 Aniversarios de su canonización (1977-2027).
Se ha compuesto una oración para pedir por la Visita de las reliquias de san Chárbel para que se propicie la devoción de los peregrinos que acudirán a venerar al santo para invocar la bendición de Nuestro Señor Jesucristo bajo su intercesión.
El monje libanés nació el 8 de mayo de 1828 en Beqqa Kafra y murió en Annaya el 24 de diciembre de 1898. Fue beatificado en la clausura del Concilio de Vaticano II el 5 de diciembre de 1965 y canonizado en la clausura del Sínodo de los Obispos el 9 de octubre de 1977. Su cuerpo incorrupto después de su muerte emanó un liquido que causó numerosas curaciones a las personas devotas que se santiguaban con él mientras invocaban la salud a Dios nuestro Señor.
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