San [Padre] Pío de Pietrelcina (1887-1968)
Capucho
Carta 3: 579; CE 54
Avanza con sencillez por los caminos de Dios, y no te preocupes. Odia tus defectos, sí, pero en silencio, sin excitación, ni ansiedad. Debemos ser pacientes con ellos y beneficiarnos de ellos mediante una santa humildad. Porque si te falta paciencia, tus imperfecciones, en lugar de desaparecer, solo crecerán. Porque no hay nada que potencie tanto nuestros defectos como la ansiedad y la obsesión por deshacernos de ellos.
Cultiva tu viña junto con Jesús. A vosotros la tarea de quitar piedras y arrancar zarzas. A Jesús, la de sembrar, plantar, cultivar y regar. Pero incluso en tu trabajo, sigue siendo él quien actúa. Porque, sin Cristo, no podrías hacer nada en absoluto.
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