Dios la curó en un sueño por la intercesión de San Chárbel el 22 de enero de 1993.
Por: Farah Al–Ammar de maronitas.org
Nohad El Shami es de Mezarib, en el Monte Líbano, y está casada y tiene 12 hijos (7 hombres y 5 mujeres).
En la noche del 9 de enero de 1993, Nohad sufrió una grave debilidad, rigidez y falta de control en su pierna, brazo y boca izquierdos. Fue trasladada inmediatamente al hospital Saint Maritime de Jbeil, en el Monte Líbano, para que le hicieran pruebas y exámenes.
En el hospital, el Dr. Joseph Chamy, cardiólogo, examinó a Nohad y la remitió inmediatamente a la Unidad de Cuidados Intensivos para que la examinaran el Dr. Antoine Nachakian y el Dr. Majid Chamy. Tras muchas consultas, radiografías y pruebas médicas, los médicos dijeron que Nohad había sufrido una hemiplejia que se debía a la obstrucción y bloqueo del 80% de sus arterias cerebrales izquierdas y del 70% de las derechas. Los médicos concluyeron diciendo que no había ninguna medicina o tratamiento que pudiera curar a Nohad.
Sin embargo, los médicos dijeron que todavía había una pequeña posibilidad de realizar una cirugía en una fecha posterior para reemplazar las arterias obstruidas con nuevas arterias de plástico. Por lo tanto, los médicos aconsejaron a Nohad que acudiera al Hospital Hotel Dieu dentro de tres meses para que le hicieran nuevas radiografías y pruebas para determinar cuáles serían los siguientes pasos para curar a Nohad de la hemiplejía.
Durante los siguientes 9 días, Nohad permaneció en el hospital bajo la atenta mirada de los médicos y las enfermeras para ver si su salud se estabilizaba o empeoraba. Durante este tiempo, el hijo mayor de Nohad, Saad, se dirigió inmediatamente a la ermita de San Pedro y San Pablo de Annaya, en el Monte Líbano, para pedir ayuda a San Chárbel.
La ermita de Annaya era el lugar donde San Chárbel solía rezar, meditar, ayunar, trabajar y dormir.
Saad rezó mucho a San Chárbel por la curación de su madre en la ermita y trajo para su madre aceite y tierra consagrados de la tumba de San Chárbel.
La hija de Nohad aplicó el aceite y la tierra consagrados sobre el cuerpo de Nohad en el hospital e inmediatamente Nohad sintió hormigueos en la mano y los pies.
Cuando Nohad volvió por fin a casa del hospital, la llevaron directamente a su cama para que se relajara y durmiera. El dolor era tan fuerte que Nohad no podía salir de la cama y su marido tenía que ayudarla a ir al baño y sus hijos tenían que darle comida y agua con un popote. Tras salir del hospital, Nohad pasó los tres días siguientes en su cama en medio de la agonía y el dolor.
Mientras Nohad dormía en su casa, vio en su sueño que subía las escaleras de la ermita de San Pedro y San Pablo en Annaya, en el Monte Líbano, y luego asistía a una misa en presencia de varios monjes. Durante esta misa, San Chárbel le dio a Nohad la Santa Comunión.
La noche del 22 de enero de 1993, Nohad vio en su sueño a dos monjes maronitas de pie junto a su cama. Uno de los monjes le ponía las manos en el cuello y empezaba a operarla, mientras que el otro monje la aliviaba del dolor sujetando una almohada a su espalda.
Cuando Nohad se despertó del sueño, descubrió dos largas heridas quirúrgicas a cada lado del cuello. Nohad también notó que podía mover los brazos y caminar con las piernas con normalidad. Nohad estaba completamente curada de la hemiplejía.
La noche siguiente, Nohad vio a San Chárbel en su sueño y éste le dijo:
"Hice la cirugía para que la gente viera y volviera a su fe. Te pido que visites mi ermita de Annaya el día 22 de cada mes y que asistas a misa con regularidad durante el resto de tu vida".
El segundo monje maronita que estuvo presente en la operación de Nohad era San Marón.
Desde que San Chárbel se le apareció a Nohad en su sueño el 22 de enero de 1993, cientos y miles de personas del Líbano y de todo el mundo se reúnen el 22 de cada mes para rezar y celebrar la misa en Annaya, en el Monte Líbano.