San León Magno (?-c.461)
Papa y Doctor de la Iglesia
8vo. hogareño en la pasión
El Señor fue entregado a sus deseos salvajes, y en burla de su condición de rey, ordenó que fuera el portador de su propio instrumento de muerte, para que se cumpliera lo que el profeta Isaías predijo: "Sobre su hombro descansa el dominio" (Is 9). Por tanto, cuando el Señor llevó el madero de la cruz, que se convertiría en el cetro de poder para él, fue una gran burla a los ojos de los impíos, pero a los fieles se les manifestó un gran misterio, al ver que él, el glorioso vencedor del Diablo, y poderoso adversario de los poderes que se oponían a él, llevaba para adoración del pueblo el trofeo de su triunfo, y sobre los hombros de sus invictos llevaba en todos los reinos el signo adorable de la salvación: como si aun así confirmar a todos sus seguidores por este mero símbolo de su obra, y decir: "El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí" (Mt 10,38).
Pero mientras la multitud iba con Jesús al lugar del castigo, se encontró a un tal Simón de Cirene sobre quien poner el madero de la cruz en lugar del Señor; para que aun por este hecho se presintiera la fe de los gentiles, para quienes la cruz de Cristo no había de ser vergüenza, sino gloria.
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